Zacarias 2:10

Canta y alegraté, hija de Sión; por que he aqui vengo y habitaré en medio de ti declara el SEÑOR.

Deuteronomío 32:10

Lo encontró en tierra desierta, en la horrenda soledad de un desierto; lo guardo como la niña de sus ojos.

Proverbios 15:13

El corazón gozoso alegra el rostro, pero en la tristeza del corazón se se quebranta el espiritu.

Proverbios 2:6

Porque el SEÑOR da la sabiduría. Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Salmos 25:9

Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

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PARA AQUELLOS QUE BUSCAN LA PERFECCION







La perfección humana no es posible. Esta es una verdad tan manifiesta y socorrida que tal parece es innecesario repetirla. La lograremos solo en aquel día cuando nos encontremos en la presencia de Dios y no veamos ya “por espejo, oscuramente”, como decía Pablo, “y entonces vendrá lo que es perfecto. Sin embargo, hay los que andan en busca del cristiano perfecto. El cristiano impecable, inmaculado y sin tacha alguna. Flamante como esos muebles acabadito de salir de un taller.

Un hombre fue a comprar un par de zapatos donde un fabricante a quien se le reconocía no solo por la belleza de su mano de obra sino por la calidad sin igual de su mercancía. Quería unos zapatos que al mismo tiempo que fuesen bueno estuviesen hechos de una piel poco conocida. El fabricante pensó que el zapato podría satisfacer su gusto seria uno fabricado con la fiel de una culebra. Le trajo un par de éstos. No se podía pedir más. El hombre los examinó y descubrió una pequeña sombra en la puntera de unos de ellos. Esto basto para que lo rechazara. El fabricante le busco otros. De nuevo volvió a examinarlos y esta vez encontró en un talón un puntito blanco. Así continuo trayéndole zapatos y a cada uno de ellos le encontraba una falta por lo cual lo rechazaba. El fabricante le dijo: – El zapato que usted busca tiene que ser una culebra perfecta -. El hombre le respondió – Es así, exactamente -. A esto repuso pacientemente el que vendía la mercancía: - ¿Pero cómo pretende usted que una culebra sea perfecta cuando usted mismo ni yo lo somos? –

Esa  es una demanda de la caridad cristiana. Si somos fuertes tenemos que aprender a sufrir a los que no lo son. Y antes de juzgar al hermano débil seria provechoso que nos miráramos a nosotros mismos y nos digamos: - ¿Estoy yo exigiendo de mí hermano algo que yo mismo no poseo?


Oración: Buen Dios, de la misma manera que Tu eres paciente y misericordioso para con nosotros, haz que podamos serlo con nuestros hermanos en este mundo. Que antes de juzgarlos por sus debilidades  y proyectar sombras de dudas sobre sus vidas, nos examinemos a nosotros mismos con humildad de espíritu con sencillez de corazón. Por Jesucristo tu hijo te lo pedimos. Amen, “Luces Encendidas”



LOS QUE HAN SUFRIDO EN LA VIDA




¿Qué significa para nosotros este sufrimiento, “leve y momentáneo”, en el decir de Pablo, cuando pensamos en ese “cada vez más excelente y eterno peso de gloria que produce en nosotros?”. Hay en estas palabras del apóstol un algo imponderable. Algo que nosotros jamás podremos valorizar. Bástenos saber que solo aquellos que han sufrido en la vida son los que pueden hablar a otros de esa experiencia inigualable de la cercanía con Dios. Esta es la cima de toda búsqueda espiritual. No se llega a ella por el camino fácil de la comodidad. Se necesita luchar y sufrir mucho en la vida. No saben nada de esto aquellos cuya vida ha sido un  placentero discurrir, un recibirlo todo a pedir de boca. Las grandes lecciones se aprenden en la escuela del sufrimiento.

Había una vez una joven dotada de una bellísima voz. Fue llevada donde un  célebre profesor para que este le diera la educación necesaria. Ella sonaba con hacerse cantante favorita de todos los públicos. Pero sucedió que al cabo de unos cuantos meses el profesor la envió otra a su casa. Los padres vinieron donde el deseoso de saber lo que sucedía con su hija. -¿es que carece de las cualidades necesarias para hacer de ella una gran cantante? -, le preguntaron. El profesor les respondió de esta manera – vuestra hija posee una lindísima voz, una presencia muy atractiva y todavía podría señalar otras cualidades más. Sin embargo, le falta solo una cosa -. Los padres le preguntaron qué era aquella cosa que le faltaba. Él les dijo: - tan solo le falta haber sufrido un poco en la vida. Ha sido una muchacha mimada.

El día cuando pose por la experiencia de un gran sufrimiento su voz adquirirá una cualidad única, un matiz incomparable. Las multitudes correrán a escucharla, y si fuere necesario, caerán de rodillas antes sus plantas-.

Si entre los humanos hay tantas vidas superficiales se debe a que no saben lo que es sufrir. El sufrimiento le da a la vida una fortaleza, una hondura, una nueva dimensión. ¡Cuántas falta le está haciendo a muchos! Son demasiados blandengues. Tan solo porque no han sufrido. No puede valorar la paz, si nunca ha estado en guerra. No puede valorar la familia, si nunca la ha tenido. Cuando la vida está en juego te das cuenta cuanto tiempo ha perdido en vanidades y  cosas que no tienen importancia. Cuando estas enfermo valora tener salud.

Oración: Señor, no te pedimos una vida fácil y cómoda. No te suplicamos que nos conduzca por un camino de rosa. Si para nuestro fortalecimiento espiritual, si para una más íntima cercanía contigo, es necesario un poco de sufrimiento, humildemente te pedimos: - hágase, Señor, Tu voluntad -. Sabemos por experiencia que con cada sufrimiento Tu nos envía una porción de tu divina gracia. La suficiente para poder sobrellevarlo. Nada más necesitamos, Señor. Amen. “Luces Encendidas”


DIOS PRUEBA A LOS SUYOS



Dios te está probando en este momento, pero no es para tu mal sino para tu bien. Espera un poco. No te impacientes. Toda prueba, por dura que sea, tiene un fin. Te sentirás luego más fortalecido y la presencia de Dios se hará más real y más significativa. Si sabes soportar la prueba en verdadero espíritu cristiano queremos asegurarte que mañana serás otra persona muy distinta a la que eres hoy. Las pruebas no vienen en vano. Dios no obra caprichosamente. Él tiene un propósito para con cada uno de sus hijos. A veces nos conduce por  un sendero sembrado de flores, en otras por uno cuajado de espinas.

Un cristiano, por oficio herrero, pasaba por una gran prueba. Alguien que lo observaba, se le acercó y le dijo: - Yo creía que los cristianos no eran probados, pero ahora veo que no es así. ¿Me quiere usted decir porque Dios le prueba – el herrero le dijo: - ¿ve usted estas piezas de acero? Necesito hacer con ellas unos muebles. Pero antes es necesario que el acero sea templado. Para esto lo pongo al rojo en la fragua, después lo enfrió en el agua. Luego lo golpeó duramente en el yunque y si aún no ha adquirido el temple que quiero, vuelvo a repetir la misma operación. Hay veces que el acero me resulta demasiado quebradizo y no lo puedo usar. En ese caso lo lanzo al desperdicio -. Hizo una pausa para que su interlocutor confirmara lo que lo que el herrero le decía y luego continuaba: - Dios nos necesita para algo en la vida. Somos como el acero y antes de que nos use Él nos da el temple por medio de las pruebas. Lo penoso  seria que no resistiéramos las pruebas y nos lance al desperdicio. Por eso mi oración es: - Señor pruébame como Tú quieras y dame la fortaleza para resistir, pero no me arroje al montón de lo inservibles -. 

Tras el oscuro nubarrón aparece la claridad de un sol resplandeciente. Asimismo tras esta prueba que ahora te aflige  vendrán muchas bendiciones que Dios tiene reservadas para ti. No seas de los que se rinden a la primera  acometida de la prueba. Toma la mano del Señor, agárrate fuertemente de ella y muy pronto veras como todo habrá pasado y que no habrá sido para tu mal sino para tu bien.

Oración: Señor, Tu pruebas a tus hijos. Así lo dispone en tus planes para con cada uno de los tuyos. Pruébanos hasta donde Tú quieras. Sabemos que la prueba no será más de lo que nos es posible soportar y que tu gracia no nos abandonara un solo instante. En tus manos estamos, Señor, amen. "Luces Encendidas"


TIEMPO PRESTADO

TIEMPO PRESTADO

“Pues si aún no podéis lo que es menos, ¿Por qué os afanáis por lo que es más? (Lucas 12:26)

El hombre vive bajo la presión del tiempo. Veinticuatro horas al día no le bastan para todo el quehacer cotidiano. De aquí la tensión. Camina a prisa, se acelera, se avanza. Cuentan las  horas, los minutos, los segundos y todo en razón de sacarle el mayor rendimiento al tiempo. Esta es una epidemia que padece el mundo. Un hombre, preso de esta ansiedad, fue donde un siquiatra en busca de remedio. – son tantas las cosas que hacer que el tiempo no me basta. Por favor, indíqueme un remedio – le dijo este. El siquiatra le contesto – Si tengo algo que indicarle. Tome tiempo prestado -. El hombre le preguntó: - ¿pero a quien habré de tomarle prestado? – La respuesta fue: - Tómaselo a la misma vida -. Y así lo hizo. Se tomó del tiempo que le pertenecía para la atención de sus seres queridos. A la hora de sosiego y recreación sana. A los momentos de sus devociones y el crecimiento de su vida espiritual. A la buena lectura. Al cultivo de la amistad. A los pequeños actos de bondad que debería ofrecer a sus semejantes. Y a muchas cosas que no se pueden medir en términos materiales. 

Con el correr de los años sus posiciones aumentaron considerablemente pero sus bienes espirituales empobrecieron. Se convirtió en un hombre acabado, rendido, fatigado. No sabía lo que era sentirse alegre siquiera por un instante. Aunque tardíamente aprendió una gran lección: y es que el tiempo que se tomó prestado a aquellas cosas se revierte contra la misma vida. Este es un pecado que no se comente impunemente. Sus consecuencias alcanzan siempre al hombre. Lo triste es que son millones los que viven tomándole tiempo prestado a la vida. – basta a cada día su propio afán – nos dijo Jesucristo. ¿por qué esa prisa y esa ansiedad en marcha contra el reloj por alargar el tiempo? – pues si aún no podéis lo que es menos, ¿Por qué os afanáis por lo demás?.


Oración: Señor, necesito la calma y el sosiego de una vida que trascurra en tu presencia. Los santos no tienen prisa por que viven en ti que eres dueño no sólo de nuestras vidas,  sino del tiempo en que discurre la propia vida. Tranquilízanos, buen Dios, y haznos comprender que cada día traerá su propio afán, su propia fatiga. En tu continua comunión realizaremos las tareas de este día, amen.

Una Experiencia de Conversión

UNA EXPERIENCIA DE CONVERSIÓN
Convertíos, y apartaos de todas nuestras
transgresiones (Ezequiel 10:30)

El predicador moderno habla muy poco sobre la conversión. Sin embargo, esta sigue siendo una experiencia “sine gua nom” para llegar a comprender la verdadera vida cristiana. Conversión implica arrepentimiento, cambio de mente, vuelta en redondo de los malos a los buenos caminos. Una transformación completa, San Agustín, ya convertido, respondía al llamamiento de una mujer tentadora con estas palabras – yo soy Agustín, pero yo no soy yo - . El mismo nombre, la misma envoltura física, pero con nuevas inclinaciones, nuevo carácter y nuevas perspectivas.

La conversión es realmente una vida. Asistir a la iglesia, unir nuestros nombres a la lista de su feligresía y contribuir a su sostenimiento, no significa de ninguna manera, que la persona ha pasado por la experiencia de la conversión. Ni tampoco haber nacido en un hogar cristiano. Mucho menos el haber tenido el privilegio de ser educado en una institución de la iglesia. A un más, es posible haber predicado el evangelio y lograr atraer a otros a los caminos de Dios y sin embargo uno mismo no estar convertido. Juan Wesley en un tránsito angustioso llego a decir – fui a América a convertir a los indios, pero ¿Quién me convertirá a mí? ¿Quién me librará de este corazón perverso e incrédulo?

Tengo una hermosa religión de verano. Puedo hablar de ella, puedo aun creer en ella mientras estés lejos de peligro. Pero luego que la muerte me mira la cara, mi espíritu se amilana. Yo no puedo exclamar “para mí el morir es ganancia”. ¡Oh!  ¿Quién me librará del temor de la muerte”? ¿Qué haré?, ¿A dónde iré para escapar de ella? -  ¡Cuánto hay en la iglesia que están en estas mismas condiciones! A Juan Wesley al fin se le abrieron los ojos cuando esta estaba Aldersgate, Londres, después de haber leído el Prefacio a la Epístola a los Romanos de Lutero, sintió un “ardor extraño en su corazón” y experimento “que confiaba en Cristo, en Cristo solamente, para su salvación y  recibió la seguridad de que sus pecados habían sido borrado  y se había salvado de la ley del pecado y de la muerte”. En la iglesia caben todos los hombres: convertidos y no convertidos. Pero los que no son deben buscan esta experiencia. Solo así Dios lo significará todo para ellos. Sin conversión, pues no es posible.

Oración: Señor Dios todo poderoso, Señor de nuestras vidas, Tú quieres que todo pecador se vuelva a ti. Que establezca una relación de comunión y amistad contigo. Despierta en él el anhelo de una experiencia profunda de conversión. En el nombre de Cristo te lo pedimos, amen.  “Luces Encendidas”

PERO DIOS... LO ENCAMINO PARA BIEN

Génesis 50:18-20 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.  Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.

Sea lo que sea que nos haya sucedido en el pasado, no tiene por qué dictar nuestro futuro. Sea lo que fuere lo que la gente pueda haber intentado hacernos. Dios puede tomarlo y cambiarlo para bien: ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito (Romano 8:28).

Los hermanos de José quisieron hacerle daño, pero Dios quiso su bien. Ellos tramaron un plan para destruirlo vendiéndolo como esclavo a Egipto. Pero al final José se convirtió en el segundo de Faraón y fue el instrumento que Dios uso para salvar a su familia y a muchos otros miles de personas. Ese es un buen ejemplo de como el brazo del Señor triunfa sobre el brazo de carne.

A veces nos olvidamos de lo grande que es nuestro Dios. A través de todo lo que le paso, José mantuvo sus ojos puesto en Dios. No se sentó a quejarse, ni a rezongar ni autocompadecerse. A pesar de lo que otros – hasta sus propios hermanos – le hicieron, no se dejó invadir por la amargura, el resentimiento y la falta de perdón. Sabía que no importaba quien estuviera contra él. Porque Dios estaba con él y a la larga iba a hacer que todo resultara para el bien de todos los involucrados.

José sabía que, pasara lo que pasara, Dios estaba de su lado. El dejo que Dios edificara su vida, su reputación y su carrera. Eso es lo que usted y yo debemos hacer. No debemos poner confianza alguna en el brazo de carne, sino antes bien confiarnos completamente al brazo del Señor. Amen…

  





SEA HOSPITALARIO


SEA HOSPITALARIO

3 Juan 5-11  Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,  los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.  Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles.  Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad. Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.  Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.

La tercera epístola de Juan está dirigida a Gayo, un anciano de una iglesia, un hombre conocido por apoyar a los misioneros con hospedaje, alimento, y dinero. Gayo no solo hacia esas cosas por sus mejores amigos, sino que extendía su generosidad incluso a extraños, mientras predicaban a Cristo a las almas perdidas. (v 5-7).

Al igual que Gayo, los cristianos de hoy tenemos una responsabilidad que cumplir en la labor de alcanzar a las almas perdidas. Pero necesitamos el apoyo mutuo. Cuando los creyentes nos unimos podemos realizar grandes cosas para el reino de Dios.

Sin embargo, Diótrefes (v 9,10) era el personaje antagónico. Problemático y centrado en sí mismo, ese hombre se oponía al Evangelio y propagaba malos rumores acerca de Juan y sus colaboradores. Incluso trataba de sacar de la iglesia a quienes apoyaban a los misioneros.

Pero Juan puso al descubierto la motivación de este malvado líder, quería ser el primero en todo. Diótrefes no estaba interesado en exaltar a Jesús.  Codiciaba para si mismo toda la honra y todo el poder.

Hoy también hay falsos cristianos en la Iglesia. Al igual que Diótrefes, pueden causar muchos problemas, muchas personas son heridas por cosas que se dicen o se hacen en la iglesia, y esas heridas no proceden solamente de los falsos creyentes. A veces los cristianos sinceros, cegados momentáneamente por el orgullo y el egoísmo, hacen cosas que hieren a los demás y no glorifican a Dios.

El reino de Dios sufre cuando su pueblo está dividido. Jesús quiere que ayudemos a los que sufren y disfrutemos de buenas relaciones entre nosotros. Cuando nos hieren, debemos resistir el impulso de abandonar la comunidad de creyentes. A pesar de las heridas, todavía habrá otros cristianos que estén dispuestos ayudarnos y restaurarnos.

Así también, si vemos a otras personas que se sienten heridas, debemos ministrarles amor y amistad. Al hacerlo, estableceremos relaciones firmes dentro de la iglesia y reflejemos el sincero compromiso que tenemos con Cristo en nuestro corazón.


VIVA EN LA LUZ PERDURABLE


60:15 En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. 60:16 Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. 60:17 En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. 60:18 Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza. 60:19 El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será por luz perpetua, y el Dios tuyo por tu gloria. 60:20 No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. 60:21 Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme. 60:22 El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto. 

En medio de la opresión que enfrentaba Israel, Dios la animó con palabras  de esperanza. Le prometió que llegaría un momento en que se convertiría en la nación que seria honrada por encima de todas las demás, y que realmente viviría bajo el gobierno de Dios.

Observe los contrastes en los versículos 15-18: en vez de "abandonada y aborrecida" seria "gloria eterna, gozo de todos los siglos"; oro en vez ve bronce; plata en vez de hierro; bronce en vez de madera; hierro en vez de piedra (los materiales usados en el templo); en vez de violencia y destrucción tendrían muros de salvación y piedras de alabanza. Si añadimos lo que dice el versículo 16 - mamarás la leche de las naciones -, estará claro que Dios restaura la prosperidad de Israel.

La guerra, la violencia y la destrucción que habían dominado la tierra de Israel, terminarían. Israel experimentaría la salvación y la paz que tanto anhelaba.

Cuando Jesús vuelva, establecerá su reino en medio de ellos. El gobernará sobre todos, pero solo aquellos que lo hayan aceptado como Señor y Salvador -tanto judíos como gentiles- serán parte del reino de Dios en la tierra.

En Isaías 60:21, Dios dice que los miembros de su pueblo serán "renuevos de mi plantío, obra de mis manos". Así como los gentiles  son injertados en la raíz cuando aceptan a Cristo como Salvador, los judíos serán injertados nuevamente (Romano 11:23) y por fin serán el pueblo justo que Dios siempre quiso que fueran. Amen.... 

OBEDEZCA LOS MANDAMIENTOS DE DIOS


1 JUAN: 2:3-6:  Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;  pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.  El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

Son muchas las personas que hablan de conocer a Dios. Es posible que se declaren cristianos, aunque muestren tener una relación cercana con Cristo. Juan nos enseña que hay quienes afirman conocer a Cristo, pero se engañan a sí mismo y engañan a los demás. Su falta de sinceridad se ve claramente cuando se los confronta, según Juan, a la verdadera prueba de una autentica relación con Dios: quien conoce a Dios, cumple sus mandamientos.

Cuando proclamamos ante el mundo que somos cristianos, es necesario que nuestra vida armonice con nuestras palabras. Lo más importante es que armonice con la palabra de Dios. Quien dice conocer a Dios, y vive de una manera contraria a las Escrituras, es un mentiroso. La palabra “Cristiano” significa literalmente “seguidor de Cristo”. No nos debe extrañar que Juan diga que los verdaderos cristianos siguen el ejemplo de Jesús.

El mensaje de juan acerca de la fidelidad a los mandamientos de Dios no tiene nada de nuevo. Al fin y al cabo, Dios siempre exigió obediencia de su pueblo. Lo que es nuevo es la misma noticia que también trasforma nuestra vida hoy: Jesús, la luz del mundo, ha venido, Él nos hace libres, no para pecar, sino para que nos apartemos del pecado y vivamos  como quiso Dios desde el principio que viviéramos.

Los cristianos no obedecemos solo porque es nuestro deber hacerlo. La verdadera obediencia nace de una relación. Anhelamos agradar a Dios, porque lo amamos. Cuando comprendemos lo que Jesús ha hecho por nosotros, queremos servirle y darle nuestra vida entera.

Jesús nos ama de tal manera, que entregó voluntariamente su vida para salvarnos. Hemos sido llamados a seguir el ejemplo del Señor. Su amor por todos nos llama a amar a los demás también. Cuando alguien da lugar al odio en su vida, es evidente que no le ha resplandecido la luz de Cristo. Aun ésta cegada por las tinieblas del pecado. Dios es amor, y quiere que caminemos en amor con los demás y que lo cultivemos en nuestros corazones, amen. 













MUESTRA ESPERANZA EN DIOS


Isaías: 25:1-5 Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.  Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas. Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra el muro. Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos.

En el libro de Isaías vemos ocasiones de alabar y adorar a Dios más que en cualquier otro libro de los profetas del Antiguo Testamento, e Isaías 25 es un ejemplo de ello.

La exaltación y alabanza a Dios que presenta Isaías fluyen en los consciente que está de su relación con el Señor. No es posible adorar genuinamente a Dios s a partir de la ignorancia. La adoración espiritual auténtica no solo procede del  hecho de saber quién es Dios, sino también de una relación personal y llena de vida con El.

Isaías mostro su amor al Señor al alabarlo aun cuando las cosas no iban bien. Sus profecías eran en realidad presagios, puesto que advertían acerca del juicio venidero de Dios. Sin embargo, Isaías sabía que el Señor tenía que juzgar a los que lo rechazaban voluntariamente. En vez de sucumbir ante la desesperación y la frustración, no dejo de alabar a Dios y darle gracias por sus muchas misericordias. Nosotros, como Isaías, debemos aprender a centrarnos en Dios y mantenernos firmes en la adoración sin que nos mueva lo que sucede a nuestro alrededor.

La biblia habla que todo esto pasaría, pero solo sería en principio de los sufrimientos, y nos dice que tengamos fe, porque el venció al mundo y nosotros también lo haremos.

En este día, levántate en fe y dile a los problemas que Cristo venció al mundo, por tanto también eres un vencedor. Amen

UN TRANSFORMADOR ENCUENTRO CON DIOS



Isaías 6:1-4: En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.  Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

Al profeta Isaías se le concedió una oportunidad que muy poca persona llega a tener. Contempló al Señor en una visión  del santuario celestial que le dio el Espíritu. Históricamente, esta visión tuvo lugar en el año en que falleció el rey Uzías. Según la tradición, el rey era primo hermano Isaías. Uzías era el único rey  de Judá que el profeta había conocido en toda su vida. Por tanto el Señor le estaba enseñando a Isaías de una manera muy real a apoyarse completamente en El, y no en un ser humano, cualquiera que este fuera.

Es posible que nosotros también necesitemos aprender esta valiosa lección. Tal vez dependamos de nuestro conyugue, de nuestro mentor, de nuestro pastor, o de un buen amigo. Dios quiere que aprendamos a confiar solamente en El.

En Isaías 6, el profeta tuvo una visión del Señor en toda su gloria, toda su honra, y todo su divino poder. Vio al Rey de reyes sentado en su trono eterno, aun cuando el rey de Judá, Uzias, ya no ocupada su trono terrenal. Este encuentro con Dios cambio la vida de Isaías. El profeta escucho las palabras de los serafines: “Santo, santo, Jehová de los Ejércitos: toda la tierra está llena de tu gloria”. Aquello era mucho más que un simple “buen culto de adoración”. El profeta vio al Señor Jesucristo en su gloria y majestad. La gloria de Dios fluye de la expresión de su santidad. Cuando quedamos cautivados por una clara consciencia de la santidad de Dios, las pasiones, los placeres, y las empresas mundanas se desvanecen, y Él tiene la preeminencia en nuestra vida.

Es importante que sepamos que la gloria de Dios llena toda la tierra. Necesitamos una comprensión más bíblica, más grandiosa de Dios y de su gloria. Nuestros pensamientos, oraciones y vida diaria deben reflejar la realidad indiscutible de que la tierra es del Señor, y que su gloria llena la creación, lo sintamos nosotros o no.

En la biblia, cuando alguien tenía un encuentro con el Señor en toda su gloria, su primera reacción es de temor, puesto que sabían que la santidad de Dios hace ver con mayor claridad el pecado. Isaías no fue la excepción. Repentinamente, tuvo conciencia de que era un hombre de labios inmundos, y se sentía como muerto. Estaba dolorosamente consciente de su propio pecado y de su incapacidad. Por eso confeso de inmediato su pecado en la presencia del Señor.

Entre los demás seres humanos, podemos tratar de esconder nuestros pecados, o al menos, buscarle una justificación. Hasta es posible que nos rebajemos a compararnos con otros, creyentes o incrédulos, y digamos: “por lo menos, no soy tan malo como ellos”. Pero cuando estamos en la presencia manifiesta del Dios Todopoderoso, ya no podemos justificar nuestro pecado. Nos vemos tal como somos.  Así será cuando estemos delante del trono en aquel día, para dar cuenta de nuestra vida, como la llevamos en esta tierra y que hicimos con el talento que Dios nos Dios.

La experiencia purificadora de Isaías fue bastante dolorosa y desagradable. Uno de los serafines todo los labios al profeta con un carbón encendido que había tomado del altar. A nosotros nunca se nos ocurriría purificarnos de esa manera. Sin embargo esto muestra que nadie sale de la experiencia tal como entro a ella.

Así que, vamos  a revisarnos y ponernos  a cuenta delante de Dios, porque si decimos que hemos  tenido un encuentro con el Rey de reyes y Señor de señores y seguimos pecando o practicando pecados antiguo, tal transformación no es real. Está perdiendo tu tiempo  y también la eternidad.
Dios nos ayude a entender que el mundo invisible es más grande, que el mundo visible y que un día tendremos que dar cuenta a Dios por nuestras vidas en esta tierra. Amen.

Después de aquella experiencia de purificación, el profeta escuchó el llamado de Dios y comenzó a servirle en Espíritu y Verdad.


CORRIENDO LA BUENA CARRERA

Hebreos 12:1  Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémosno de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

Cuando el autor de este libro a los Hebreos el Apóstol Pablo les dijo que se quitaran todo peso que les impedía correr, estaba pensando en los atletas en el día que corrían con la intención de ganar. Literalmente se quitaban toda la ropa excepto una prenda íntima. Se aseguraban de que nada pudiera enredarlos e impedir que corrieran lo más rápido posible.

Para desarrollar nuestro potencial y llegar a ser lo que Dios quiso que fuéramos, tenemos que dejar de lado las otras cosas. Para ganar en la vida, tenemos que hacer las cosas que logren nuestras metas y cumplan nuestro propósito. Debemos aprender a decir “No” a la gente con buenas intenciones que quieren que nos involucremos en un fin de cosas que al final roban nuestro tiempo y no producen fruto.
El apóstol Pablo estaba empeñado en desarrollar su potencial. Se imaginaba en una carrera, estirando cada nervio y cada músculo, ejerciendo cada milígramo de fuerza, como un corredor con las venas henchidas, para no caer antes de llegar a la meta.

Tenemos que decidir unirnos con Dios en su deseo de hacernos excelentes y no mediocres. Debemos hacer inventario de nuestra vida y eliminar todo lo que nos enrede o que nos quite tiempo. Tenemos que estar decididos, trabajando duramente, y rehusar rendirnos –sacando la fuerza de Dios, no dependiendo de nosotros mismo. Si hacemos estas cosas persistentemente, tarde o temprano tendremos la victoria. Si estamos corriendo simplemente para pasarlo bien, no obtendremos el premio.

Hebreos 12:1 nos dice que nos quitemos todo lo que nos impida y también el pecado que nos enreda. Es casi imposible ser un éxito espiritual con pecado consciente y voluntariamente en nuestras vidas. Dios dice que cuando algo es malo en la biblia, entonces es malo, en estos casos debemos tener una actitud agresiva contra el pecado y la maldad de nuestros corazones. Cada vez que se asome un poco de envida, deseo de los ojos, la vana gloria de la vida, debemos desecharlos y arrancarlos de nosotros. No es necesario discutir, sino decirle a Dios, Padre Celestial aquí estoy sentí envidia en mi corazón, eso me hace infeliz, ven quitando esta maldad y límpiame de toda falsedad. No es necesario discutir, reflexionar, echar la culpa a otros, dar excusas, o sentir lástima de nosotros mismos – necesitamos ponernos de acuerdo con Dios, pedir perdón, y cooperar con el Espíritu Santo para sacar eso de nuestra vida para siempre.

Sabemos que la iglesia en estos tiempos no habla de la maldad del corazón, ni está interesado en eso, nadie quiere oír que tiene envidia, rencor o  que es chismoso, quieren oír que Dios lo va a bendecir, pero Dios ama la justicia y el juicio y el reino invisible está regido por estas leyes. La bendición está ligada a la intención del corazón y esto es lo que Dios escudriña.

Dios nos ayude a entender, que este tiempo en la tierra es pasajero y que la eternidad es una realidad. Debemos militar en esta tierra como buenos atletas que para alcanzar la meta y el  galardón que Dios nos ha guardado como recompensa. Amen.