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DIOS PRUEBA A LOS SUYOS



Dios te está probando en este momento, pero no es para tu mal sino para tu bien. Espera un poco. No te impacientes. Toda prueba, por dura que sea, tiene un fin. Te sentirás luego más fortalecido y la presencia de Dios se hará más real y más significativa. Si sabes soportar la prueba en verdadero espíritu cristiano queremos asegurarte que mañana serás otra persona muy distinta a la que eres hoy. Las pruebas no vienen en vano. Dios no obra caprichosamente. Él tiene un propósito para con cada uno de sus hijos. A veces nos conduce por  un sendero sembrado de flores, en otras por uno cuajado de espinas.

Un cristiano, por oficio herrero, pasaba por una gran prueba. Alguien que lo observaba, se le acercó y le dijo: - Yo creía que los cristianos no eran probados, pero ahora veo que no es así. ¿Me quiere usted decir porque Dios le prueba – el herrero le dijo: - ¿ve usted estas piezas de acero? Necesito hacer con ellas unos muebles. Pero antes es necesario que el acero sea templado. Para esto lo pongo al rojo en la fragua, después lo enfrió en el agua. Luego lo golpeó duramente en el yunque y si aún no ha adquirido el temple que quiero, vuelvo a repetir la misma operación. Hay veces que el acero me resulta demasiado quebradizo y no lo puedo usar. En ese caso lo lanzo al desperdicio -. Hizo una pausa para que su interlocutor confirmara lo que lo que el herrero le decía y luego continuaba: - Dios nos necesita para algo en la vida. Somos como el acero y antes de que nos use Él nos da el temple por medio de las pruebas. Lo penoso  seria que no resistiéramos las pruebas y nos lance al desperdicio. Por eso mi oración es: - Señor pruébame como Tú quieras y dame la fortaleza para resistir, pero no me arroje al montón de lo inservibles -. 

Tras el oscuro nubarrón aparece la claridad de un sol resplandeciente. Asimismo tras esta prueba que ahora te aflige  vendrán muchas bendiciones que Dios tiene reservadas para ti. No seas de los que se rinden a la primera  acometida de la prueba. Toma la mano del Señor, agárrate fuertemente de ella y muy pronto veras como todo habrá pasado y que no habrá sido para tu mal sino para tu bien.

Oración: Señor, Tu pruebas a tus hijos. Así lo dispone en tus planes para con cada uno de los tuyos. Pruébanos hasta donde Tú quieras. Sabemos que la prueba no será más de lo que nos es posible soportar y que tu gracia no nos abandonara un solo instante. En tus manos estamos, Señor, amen. "Luces Encendidas"


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